Unionistas de Salamanca 2 - 0 Coruxo FC
Los jueces de línea son como los porteros de las discotecas.
Unos aguafiestas que se ocupan de señalar tus faltas. Que si no tienes la edad,
que con zapatillas no se puede pasar, que chicos solos no están permitidos, que
si es necesaria una invitación, que si con esa cara es imposible… Y, ante tanta
pega, tenía que esforzarme cada semana en sacar lo mejor de mí para poder
entrar en la discoteca de moda, el Plutos y pasar la barrera infranqueable que
representaba Paulino y su gabardina. Ideabas planes, pedías a chicas que conocías
que fuesen contigo hasta la puerta, falsificabas documentos oficiales, te
dejabas crecer la pelusa del bigote y sacabas lustre a tus viejos zapatos.
Llegaba la noche, la fiesta esperada y, otra vez, te volvías a quedar fuera con
la cabeza gacha y la autoestima por el suelo.
Con esta experiencia no me quedó más remedio que desistir de
salir de noche de punta en blanco. Poco a poco fui descuidando el peinado,
perdí el deseo por tomar combinados y me pasé directo al litro. No volví a ponerme
zapatos y aparecía en los bares con la camiseta agujerada. De la misma forma
uno, en el fútbol, se ve relegado de la posición pinturera de los delanteros,
nunca alcanza el glamour del mediapunta y acabas relegado a posiciones más
mundanas. Llega un momento en que, sin darte cuenta, te quedas fuera de las
discotecas de moda y del puesto de delantero para pasar verte en relegado a
zonas más mundanas.
Aun y así, como le sucedió ayer a Héctor Nespral en el
primer gol de Unionistas, te ves, en un día inesperado, un día corriente siendo
el protagonista, en este caso de la fiesta del gol, sin quererlo. Como cuando,
sin esperarlo, haces tu último amago de entrar al garito de moda con tus pintas
de diario y ¡zas! Estás dentro, rodeado de las chicas que siempre quisiste ver,
en el centro de la pista en la que siempre quisiste bailar y, para sumun de la
fiesta, te invitan a las copas porque el camarero te conoce. Así de extrañado se
mostró Nespral al ver que daban por válido el gol, viendo por un lado al línea
con el banderín levantado y por el otro, al árbitro pidiéndole que siguiera la
fiesta.
La anécdota para los locales y la polémica para los
visitantes fue lo más destacado del partido, junto al gran gol de Aythami. Por
lo demás, fue un partido intrascendente, jugado como quien tiene que trabajar
un día de puente. Esperando a que pase lo que tiene que pasar, el tiempo, para
conseguir el objetivo de terminar el día con el deber cumplido con el mínimo
gasto. Noventa minutos de partido, dos goles y tres puntos para todos menos
para uno, Nespral, que fue, sin quererlo, el rey de la fiesta.
Unionistas de Salamanca: Serna, Jon Rojo, Mario Gómez, Ramiro Mayor, Marín. Héctor Nespral (Miki min.65), Luis Acosta (min.79) , Josué Medina (Manu Viana min. 57), De la Nava, Pepe Carmona (Álex rey min. 65) y Aythami (Garay min.79).
Goles: 1-0 Nespral min. 41 , 2-0 Aythami min. 58