Unionistas de Salamanca 1 - 0 Salamanca CF
Hay veces que se consigue mucho más de lo que se ha hecho.
Esta es una de las frases que lanza Ralph Fiennes en su alegato final en la
película Quiz Show: el dilema, tratando de defender su honor y su reputación de
las acusaciones de fraude. Esta misma frase la pueden explicar los directivos
del Salamanca CF, quienes han obtenido el apoyo, durante estos años de una masa
social que le ha transferido un sentimiento que, tal y como están hoy las
cosas, ha sido eminentemente mayor de lo que están siendo capaces de ofrecer
este año a sus socios.
Uno de nuestros mayores errores es estar más pendientes del
lugar donde se quiere ir que del lugar en el que se está. Este podría ser el
resumen del partido de ayer ente Unionistas de Salamanca y Salamanca CF, y de
las dinámicas habituales de funcionamiento organizativo de unos y otros que son
evidentes. Por un lado, el equipo local. un equipo construido desde la realidad
económica, social y realista del entorno competitivo donde debe desenvolverse. Enfrente,
el equipo visitante que, desde verano, está construido pensando en el formato
de equipo que debería ser en caso de lograr el objetivo que el que debe
conseguirlo. Dos interpretaciones diferentes que, a día de hoy, dejan su
reflejo en la clasificación y el lugar que uno y otro ocupan.
¿Qué hago yo aquí? Es la pregunta que los jugadores de ambos
equipos y aficionados se hacen. Unos viéndose líderes disfrutando del momento y
otros colistas queriendo que el mal sueño acabe lo antes posible. Unionistas
está inmerso en pleno síndrome del impostor pensando, especialmente desde la
visión de sus rivales, que sus logros se deben a cuestiones al azar y de que no
están a la altura. Van pasando las semanas y, lo que podemos ver sobre el campo
es, ante todo, un excelente trabajo defensivo que es fruto del trabajo diario y
una extraordinaria capacidad para aprovechar lo que se genera en ataque a través
del omnipresente De la Nava.
Un partido de fútbol, como las sociedades contemporáneas, se
desintegra en una sucesión de presentes que carecen de orden y de narrativa,
afirma el surcoreano Byung Chul Hal que parece, con ella, describir la
situación del Salamanca CF. Un equipo sin discurso que vive en la
hiperactividad y que intenta construirse desde el encadenamiento alocado de
presentes. Una inexplicable gestión en la que el director general hace de entrenador
sin serlo mientras que se presenta a efectos administrativos como auxiliar
sanitario. Rafa Dueñas, por mucho que se le critique es la imagen del trabajador
actual explotándose a sí mismo, angustiado por no hacer en todo momento todo lo
que se puede, responsabilizándose en su fuero interno de no conseguir lo que persigue, la versión mexicana de aquel Dmitri Piterman de mal recuero en Vitoria y Santander …
Lo mismo me ocurre a mi en esta reforma de la casa en la que me encuentro, ejerciendo de arquitecto, jefe de obra, carpintero... en la que nada sucede como desearía.
Acaba el año que Unionistas empezó apeando al Deportivo de
la Coruña de la Copa del Rey y lo acaba desbancándole del primer puesto de la
clasificación. Es el momento de celebrarlo, con moderación, sin necesidad de
que sea la guardia civil la que diga lo de apaga y vámonos, nos vemos el año
que viene.
Unionistas de Salamanca: Serna, Benjamín Garay (Álex
Rey min.46), Marín, Ramiro Mayor, Mario Gómez, Jon Rojo, Héctor Nespral (Javi
Navas min.85), Luis Acosta, Pepe Carmona (Miki min.75), Aythami (Lama min.69) y
De la Nava (Diego Hernández min.75).
Goles: 1-0 De la Nava (p) min. 25