Necesito un nuevo desafío para sentirme joven. Hace apenas un año me hice mi primer piercing. Este verano probé con todo: descenso de cañones, iniciación a la escalada y espeleobarranquismo. La semana pasada acudí a mi primera sesión de entrenamiento del equipo de juegos online al que me he apuntado. El domingo completé la marcha ciclista Bedelalsa en Béjar llegando a atacar a Cubino en el primer repecho y hoy, recién empezada la semana, no sé qué puedo hacer para frenar mi decadencia.
La vida es desafío continuo contra el paso del tiempo. Cada
uno busca una estrategia para convivir con él. Hay momentos en los que no cabe
más que resignarse, muchos en los que nos rebelemos ante su fuerza y la mayoría
marcado por una amable convivencia con su transcurrir. Si llevamos la vista al fútbol,
que es lo que hacemos aquí, vemos este ejemplo de actitudes de cómo vamos adoptando
actitudes diferentes frente al paso del tiempo y las diferencias entre los
futbolistas de ayer y los de hoy.
Hay futbolistas que, por su aspecto, no apostaríamos un euro por ellos
Si tengo que pensar en futbolistas que vivían ajenos al paso
del tiempo el primero que seguro, a todos nos viene en mente, es el bueno del
Tato Abadía. Aquel carismático jugador de Atlético de Madrid y Logroñés marcado
a fuego en la memoria de todos. Un ejemplo similar sería, otro colchonero, Marina,
ese menudo jugador que acabó su carrera en Toledo y, si tengo que pensar en
algún jugador con pasado en la Unión Deportiva Salamanca, sería Carmelo, el
Beckenbauer de la Bahía, que hizo en su bigote y su alopecia un icono en Cádiz Se ve que, hasta hace dos décadas, se tenía prisa por parecer mayor como muy
bien hizo el italiano Franco Baresi que siempre pareció un prejubilado del
sector bancario.
Ahora se busca una solución incontestable contra el paso del
tiempo. Así vemos a Jordi Alba luciendo una densidad capilar que Ochotorena
nunca puso en falta. Los jugadores cuidan hasta el más mínimo detalle su
alimentación para alargar sus carreras mientras que, quien a inicios de los
noventa iba para estrella mundial, Robert Prosinecky, no se escondía para
fumarse sus merecidos cigarrillos al acabar un partido. La preparación física
hoy es un factor diferencial mientras que había futbolistas como Ricardo Rocha,
Radchenko, Ivanov o Amavisca a los que, no hace mucho, verlos vestidos con chándal
te hacía pensar de ellos todo menos que se ganaban la vida dando patadas a un
balón.
David Beckham hizo de su peinado su valor de mercado
Uno siempre ha jugado con su cuerpo para rebelarse. Modificar
y adornar el cuerpo sirve para mostrar la actitud vital y posicionarse ante el
mundo y los demás mediante tatuajes, agujereándolo o modificándolo como rechazo
a los designios de la naturaleza. Si hay
un elemento de batalla contra el paso del tiempo es el cabello. A cualquier
edad se juega con él para definir nuestra personalidad. Si pasamos revista a nuestros
peinados podremos ver qué y quién queríamos ser. David Beckham hizo de su
cabellera un activo en el que se basó, en gran parte, su carrera como estrella del
balompié.
Haciendo revisión del álbum familiar me he visto con mi pelo
a tazón, identificado cuando comencé a ir sólo a la peluquería para raparme la
cabeza para dejarme un flequillo que me llegaba hasta la boca preludio
exagerado de lo que Ronaldo haría años después, luego si un salto hacia un pelo
largo como los flamencos para acabar graduándome en la universidad como un
abertzale . Ahora que es Marta la que se encarga de adecentarme el pelo y
esconder la claridad que asoma por la coronilla, todo lo que me preocupo es
parando en el estante de los tintes para cubrir las canas en el supermercado.
Una victoria de pelo suelto para Unionistas
Mientras ando en esa guerra de asumir para siempre mi
declive, los jóvenes ahora se tiñen para lucir un pelo canoso. De esa guisa Iñigo
Muñoz y Rayco se merendaron en veinte minutos al Extremadura mientras un Carlos
De la Nava, más discreto con su pelo oxigenado, los veía divertirse sabedor que
vendrán días peores. Junto a todos ellos Nespral un futbolista de corte clásico
que la pasada temporada no cogió el ritmo se está mostrando como un viejo
profesor que ha impartido tres grandes lecciones de cómo sostener al equipo en
este inicio de temporada.