Unionistas de Salamanca 2 – 2 CD Badajoz
Si algo me está enseñando la paternidad es de reciclaje. De segundas oportunidades. Hace unas semanas Jimena ha empezado con la alimentación complementaria. Va probando verduras, pollo, avena, fruta… No hace ascos a nada, todo lo prueba y come, pero nunca acaba las raciones que le preparamos. Ahí es donde aparezco como un especialista en las segundas jugadas, un cazagoles que está siempre al lío a ver qué le cae.
Voy ganando peso porque ya no hago ni tres ni cinco comidas
al día. En el último mes debo rondar las diez a base de encadenar un segundo
desayuno con el café de media mañana, seguido de las sobras de la comida de
Jimena que me sirven de entrante para la mía y, luego, por la tarde, repetir el
ciclo con la merienda y la cena. Esta semana he batido mi propia plusmarca
porque, también, he tenido que hacer hueco para fulminarme unos postres de
chocolate caducados que compró Marta y que, tras probarlos, no le hacían tilín.
Comer las sobras o los alimentos caducados es como fichar un
veterano que ya ha dado lo mejor de sí o un lesionado de larga duración. Un
riesgo que, pocas veces, sale mal o, al menos, no cumple con los pronósticos
catastrofistas. Ahora que Dani Alves regresa al Barcelona con casi cuarenta
tacos, Ibrahimovic sigue desequilibrando y siendo igual de polémico con cuarenta que con treinta, y Modric y David Silva recorren los campos deleitan con cada sprint a los aficionados, disfruto viéndoles, igual que lo hago con los restos de las comidas que encuentro por casa. No sé qué fecha de
caducidad tendrá este goce.
Llegará el momento de volver a la comida saludable, a apostar
por la juventud, el dejarse llevar por las cadenas de la moda y lo healthy.
Compraré alfalfa, alimentos que hagan de la cocina el bodegón más colorido de
Manet y unos huevos ecológicos de las gallinas más parranderas de la Armuña
cargado de buenas intenciones para reconducir mis hábitos alimenticios. Pero
dará igual, porque los malos hábitos duran más que los nobles propósitos. Seguiré,
con todo, comiendo las sobras, incapaz de cumplir, por mi firme compromiso frente
al desperdicio, con la fórmula de Arguiñano para adelgazar: comer la mitad.
Los veteranos seguirán dando guerra como Salva Sevilla o Jorge Molina y
otros se harán a un lado como Joaquín. Se queden o se marchen son necesarios. Alguien
tendrá que saber sacar el máximo provecho a lo poco, al descuento , a impartir masterclass en los minutos que no quiere nadie y apurar las sobras. Y uno se
pregunta, cómo, cada vez más, los futbolistas con casi cuarenta años siguen al
pie del cañón. Fácil, igual que lo haces cuando eres padre al abrir el
frigorífico, poniendo en duda la fecha de caducidad.
Unionistas de Salamanca: Salva de la Cruz, Jorge
Mier, Salinas, Ramiro Mayor, Fer Román (Pitu Doncel min.79) , Acosta, Nespral
(Mandi Sosa min.79), Borja Herrera (Cris Montes min.57), Rayco, De Miguel
(Lamadrid min.79) y Espina (De la Nava min.57).
Goles: 0-1 Gorka Santamaría min.3, 1-1 Acosta min.5,
1-2 Gorka Santamaría min76, 2-2 Cris Montes min.91.