La Unión Deportiva Salamanca partía como favorita para la victoria frente a un Deportivo Alavés que, si derrotaba a la UDS, obtendría unas suculentas primas de 45 millones de pesetas.
Cómo llegaban Deportivo Alavés y Unión Deportiva Salamanca al partido.
El Deportivo Alavés llegaba sin alicientes y ya estaba trabajando para conformar el equipo que Mané dirigiría la siguiente temporada.
La Unión Deportiva Salamanca llevaba dos semanas preparando el desembarco de su afición en Mendizorroza. "¿Vas a Vitoria?" era a frase más escuchada de la semana. Más de ocho mil salmantinos, cifra similar a la que en 1982 se desplazó a Burgos para ver el ascenso de su equipo en El Plantío, se desplazarían a la capital alavesa para ver el partido en directo con lo que encuentro había sido declarado de alto riesgo. El equipo viajaba con toda plantilla esperando que todos los jugadores, incluido Barbará que estaba lesionado. vivieran el ambiente y la tensión de tan importante cita que se esperaba acabase con la celebración del ascenso.
El equipo había preparado el choque y viajado a Vitoria con bastante tranquilidad ya que en Salamanca, la atención de todos estaba en conseguir una entrada y los preparativos del viaje para el que se fletaban tres trenes y más de 100 autobuses. Conseguir entradas había dado lugar a conductas del todo inverosímiles como, por ejemplo, la protagonizada por el delegado del equipo blanquinegro: Carlos Sánchez Regidor. Se decía que el delegado charro, acompañado del exguardameta José Ángel, alias Pato, y otros dos empleados del club habían pasado visitado diferentes establecimientos comerciales y bares de Vitoria yendo a la caza de entradas llegando a hacer un desembolso total de 10 millones de pesetas en este concepto a cambio de tres mil entradas que poner a disposición de sus aficionados.
La Unión Deportiva Salamanca había podido preparar con cierta calma el partido ya que en la ciudad lo solo se oía, en cada esquina, "¿Vas a Vitoria?"
El equipo de Goikoetxea había podido preparar el partido con mucha calma y ponerse a tono físicamente. Los quince días que mediaban entre el anterior partido frente al Real Mallorca y el partido frente al Deportivo Alavés jugaban a favor de los charros que, de este modo, salían beneficiados de la paralización de la Liga debido al compromiso de la selección española que se enfrentó a la República Checa para certificar su pase al Mundial de Francia. El principal problema al que debía buscar solución el técnico vasco era la posición de central. Las expulsiones de Torrecilla y Luis Manuel en el partido anterior le obligaban a recurrir a Sito como solución de urgencia para el centro de la zaga.
"Esta es un última final después de haber jugado muchas otras" afirmaba el técnico de la Unión Deportiva Salamanca antes de emprender el viaje. El equipo venía de disputar dos partidos agónicos en lo emocional frente al Badajoz y Mallorca que, finalmente, se habían saldado con victoria y les permitía depender de sí mismos para lograr el ascenso. La plantilla había demostrado en los duelos precedentes que era capaz de manejar una presión con la que llevaban encima desde el inicio de la campaña. Un arranque nefasto que le costó el despido a Joao Alves, seguida de una escalada gradual y unas últimas jornadas sin margen de error, habían fortalecido a una Unión Deportiva Salamanca que se había demostrada a sí misma ser capaz de todo.
Por su parte, el Deportivo Alavés que no se jugaba nada, llevaba varias semanas más pendiente de planificar y perfilar junto, a su ya anunciado técnico para la siguiente campaña José Manuel Esnal Mané, la plantilla de la próxima campaña. En los despachos y en la ciudad se frotaban las manos con la llegada de aficionados salmantinos que dejaría un dinero extra en las arcas del club. Se calculaba que el Alavés ingresaría alrededor de 50 millones de pesetas por la venta de entradas, la cifra más alta jamás recaudada por el club vitoriano en su historia. Superando incluso, lo recaudad en la única visita hasta entonces del Fútbol Club Barcelona con motivo de una eliminatoria de Copa años atrás.
El equipo vitoriano había pasado la temporada navegando por la mitad de la tabla. La destitución a mitad de campaña de Aranguren, siendo reemplazado por Boronat, no había servido de impulso al equipo para acercarse a pelear por el ascenso por lo que, afición y jugadores, llevan tiempo desconectados. "Estamos obligados a dar una alegría a nuestra afición" afirmaba el Boronat que, a su vez, sostenía que el equipo lo estaba pasando mal por todo lo que se hablaba de las primas. Esta actitud había llevado los días precedentes al partido a que circulase la lista de bajas que el club daría los días siguientes. Se especulaba con que alrededor de quince jugadores verían la puerta de salida y tendrían que buscarse un nuevo equipo. El único aliciente que tenían los jugadores del Alavés estaba en el dinero que podrían ganarse, 45 millones de pesetas, en concepto de primas que le caerían, como el propio club había reconocido, desde Mallorca y Albacete por derrotar al equipo salmantino.
Todo un chollo para las ambiciones de la Unión Deportiva Salamanca.
Alineaciones
La Unión Deportiva Salamanca llegaba con las bajas de Torrecilla y Luis Manuel por lo que Sito se veía obligado a tener que jugar de central.
Deportivo Alavés: Armando, Bastida, Villanova, Pedro Alberto, Cudi, Ozegovic, Azkoitia (Juli min.56) Karmona, Pedro (Méndez min.58), Serrano y Pedro Riesco (Codina (min.56).
UD Salamanca: Aizpurúa, Míchel Salgado, Sito, Loren, Iturrino, Zegarra, Taira, Giovanella, Vellisca (Agostinho min.84), César Brito y Pauleta (Catanha min.78).
Goles: 0-1 César Brito (min.45), 0-2 Giovanella (min.48), 0-3 Zegarra (min.71), 0-4 Catanha p. (min.83).
Tarjetas Amarillas: Ozegovic, Serrano, Villanova, Zegarra, César Brito, Vellisca, Loren y Goikoetxea.
Tarjetas Rojas: Villanova (min,79) y Pedro Riesco (min.83).
Árbitro: Valle Gil.
Estadio Mendizorroza. 20.000 espectadores.
El partido: Deportivo Alavés 0-4 Unión Deportiva Salamanca.
La Unión Deportiva Salamanaca no dejó pasar el tren y Mendizorroza fue una fiesta para los más de 9.000 salmantinos presentes en Mendizorroza.
La Unión Deportiva Salamanca no falló y pudo regalarle a los más de 9.000 aficionados charros en las gradas el ascenso a Primera División. Los aficionados allí presentes pudieron disfrutar, sin sufrimientos innecesarios, de la fiesta que su equipo le regaló con un encuentro que quedó visto para sentencia con el tercer gol anotado por el peruano Pablo Zegarra.
Los cuatro goles de la Unión Deportiva Salamanca que indicaba el marcador fueron el reflejo de la superioridad vista sobre el terreno de juego. La dinámica de los equipos y la diferencia de presupuestos, el Salamanca contaba con el mayor de su historia de 1.000 millones de pesetas, se vio reflejado en cada detalle sobre el terreno de juego. Desde el comienzo pudo verse que el Alavés lo fiaba todo al contragolpe, lo cual le sirvió durante la primera mitad y tuvo su oportunidad con un disparo de Serrano desde su propio campo que estuvo a nada de ser gol., El gol de César Brito al filo del descanso, tras una gran acción de Giovanella, le desmontaba el plan de aguantar y esperar el paso de los minutos desquiciase al equipo salmantino.
La visita al vestuario con el marcador a favor podría haber servido para que los jugadores de Andoni Goikoetxea se decantaran por espècular con el resultado. No fue así. La Unión Deportiva Salamanca saltó al césped con la ambición de dejar resuelto el partido con otro gol. No tardaron en conseguirlo ya que Giovanella, a los tres minutos, con un gran disparó ponía todo a favor y la fiesta comenzaba a apoderarse de las gradas. La oportunidad del ascenso no se iba a escapar.
Dos goles más certificaron el ascenso. El tercero anotado por Zegarra, sumadas a las expulsiones de los jugadores locales Villanova y Pedro Riesco, dieron pie a que la euforia y la alegría se disparasen con el colofón del gol de penalti de Catanha que cerraba el marcado y ponía la rúbrica a una temporada inolvidable para la Unión Deportiva Salamanca.
Declaraciones post partido
Andoni Goikoechea, entrenador de la Unión Deportiva Salamanca.
"Estar veinte jornadas consecutivas sin perder es algo histórico. Estamos de vuelta en la mejor liga y es necesario reforzarse".
Juan José Hidalgo, presidente de la Unión Deportiva Salamanca
"La próxima temporada no podemos sufrir. Contaremos con un equipo campeón. El primer paso ya lo hemos dado fichando al fenómeno alemán Lars Unger"
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