Andoni Zubizarreta se despidió del fútbol el día después de la eliminación de España en el Mundial de Francia con estas palabras que anunciaban al buen columnista que es hoy.
Andoni Zubizarreta dijo adiós al fútbol en un momento difícil. En junio de 1998 a los 37 años y tras disputar su cuarta Copa del Mundo. La selección española había quedado eliminada en la fase de grupos en el Mundial de Francia en el que fue señalado como uno de los culpables por su error en el primer partido ante Nigeria.
En apenas ciento cincuenta segundos puso fin a sus 17 temporadas, repartidas entre Athletic de Bilbao, Fútbol Club Barcelona y Valencia en primera división jugando un total de 622 partidos y 126 partidos como guardameta del combinado nacional. Una figura, infravalorada y muchas veces ridiculizada, que ha sido referencia de la historia del fútbol español de las dos últimas décadas del siglo XX pese a conseguir 6 ligas, 3 Copas del Rey, 1 Copa de Europa, 1 Recopa, 1 Supercopa de Europa y 2 Supercopas de España además del Trofeo Zamora.
Zubizarreta se fue del fútbol como intentaba jugar, con sobriedad y sin hacer ruido, llevando, como buen portero, aferrado a sus manos un balón, el de su último partido en la victoria de España por 6 a 1 ante Bulgaria.
Carta de Despedida de Andoni Zubizarreta anunciando su retirada
Por fin, y como siempre antes de tiempo, se acaba el recreo y hay que dejar de jugar.
Por fin ha llegado ese día que un futbolista nunca sabe cuál será y que yo he tenido la suerte de poder elegir.
Por fin llega el momento de decirles adiós a todos: al fútbol. a los campos, a las pretemporadas, a las polémicas; adiós a los nervios y a las tensiones, a los madrugones, a los golpes, a las lesiones... Os voy a echar mucho de menos.
Pero este también es momento para sentirme orgulloso. Orgulloso de haber sido honrado conmigo mismo. Orgulloso de lo que he logrado, pero también de cómo lo he logrado. Orgulloso porque sé que en el fútbol nunca se regala nada.
Este suele ser el momento también de los agradecimientos. Agradecimientos a todos los que confiaron en mí desde que decidí jugar al fútbol. Agradecimiento a todos los que me enseñaron a entender y a vivir este deporte. Lógicamente es el momento de recordar a los clubes y alas entrenadores que tuve y he tenido y confiaron en mi.
Especialmente hay una persona que nunca ha dudado de mi, que con su confianza me ha quitado mis nervios, alguien que siempre ha tenido una frase, una llamada, un gesto en los malos momentos. Gracias Javi. El fútbol te necesita. Aún pasando por estos momentos difíciles, te necesitamos. Necesitamos que sigas ayudando a nuestros futbolistas, que sigas ayudando a nuestro fútbol.
No puedo acabar sin recordar a quienes más han sufrido, a los que han convivido conmigo en los malos momentos y me han acercado al suelo siempre. A mi familia. Siempre me habéis dado vuestro cariño, sobretodo cuando yo os daba disgustos. Siempre habéis sido mi referencia y mi apoyo.
Gracias. Y gracias, Anne, sin ti, nunca esta historia al fin y al cabo, nada más que una historia de sueños realizados de un niño de Aretxabaleta, que los domingos por la tarde se dejaba llevar por la imaginación para ser Iribar. Decía Anne que sin ti, esta historia nunca habría sido así. Un beso.
Suena el timbre. Se acabó el recreo. Solo queda deciros adiós.
Hasta siempre. Adiós.
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