La Unión Deportiva Salamanca regresó Primera a lo grande y con Ismael Urzaiz como estrella frente a un Albacete que hizo poco para seguir en la máxima categoría.
Cómo llegaban Albacete Balompié y Unión Deportiva Salamanca al partido.
En Albacete ya habían vivido una situación semejante dos temporadas antes y no querían sorpresas. Por eso se llamaba a la afición a acudir al Carlos Belmonte y no quedarse en sus casa viendo el desenlace de la final de Copa del Rey que los manchegos estuvieron a un paso de alcanzar.
El ambiente en Salamanca tras la derrota era de decepción tras perder en el encuentro de ida de la promoción a primera disputado en el Helmántico por 0-2. Sin embargo, Lillo y los jugadores de la Unión Deportiva Salamanca encaraban el encuentro con el ánimo de ir a por todas. No quedaba otra alternativa. Dos goles de desventaja es una distancia muy grande y no quedaba otra alternativa que salir al ataque.
En La Unión Deportiva Salamanca se tenía la convicción que la única manera de darle la vuelta al marcador era siendo fieles a sí mismos y defender la idea de juego que les había llevado a disponer de la oportunidad de la promoción.
No se esperaban cambios en la disposición táctica que fuese a emplear Juanma Lillo para su Unión Deportiva Salamanca. Se mantendría fiel a su 4-2-3-1 y se esperaba, teniendo a todos los futbolistas disponibles, que repitiese el mismo once inicial que en el encuentro jugado en el Helmántico. La UDS ya demostró a su rival que sabe manejar la pelota y tiene claro qué debe hacer para hacer daño a su rival y, además, para este partido contaba con un arma adicional: no tenía nada que perder.
Lillo y sus jugadores esperaban obtener el premio del gol que se les negó en el primer partido. "Sabemos que muchas páginas singulares del fútbol están escritas en momentos y circunstancias difíciles como esta" afirmaba ante la prensa el técnico de la Unión Deportiva Salamanca antes de viajar a Albacete. Las posibilidades del equipo charro, según su técnico, pasaban por no encajar un gol a las primeras de cambio y, sobre todo, en que sus jugadores y los aficionados que acudan al Carlos Belmonte sientan que "volvemos a ser nosotros".
Benito Floro quería mantener la prudencia y no lanzar las campañas al vuelo. Aún restaban 90 minutos por delante que serían los que, finalmente, determinarían si el Albacete era merecedor de seguir un año más en Primera División. En la ciudad el encuentro de vuelta frente a la Unión Deportiva Salamanca no despertaba mucho interés debido al resultado cosechado en la idea. Por ello, el club había decidido reducir el precio habitual de las entradas, los precios oscilaban ente las 1.500 y 3.000 pesetas, con el fin de que las gradas no quedaran vacías en un partido en el que los socios del cuadro manchego también tenían que pasar por taquilla.
Desde la directiva del cuadro manchego no se daba por hecha la permanencia pero ya estaba comenzando a trabajar en las contrataciones y renovaciones de cara a la siguiente temporada. El secretario técnico del club, Mariano Hernánz, estaba metido de lleno en confeccionar la nueva plantilla y se aseguraba, tras volver de un viaje a Moscú, que tenía cerradas la contratación del algún nuevo jugador. Semanas después se conocería que el fichaje que traía consigo era el del guardameta Plotnikov.
El optimismo en Albacete trataba de ser contenido. Se recordaba lo sucedido un par de temporadas atrás en la que, en una situación similar frente al Real Mallorca, el queso mecánico el equipo, pese a lograr la permanencia, las pasó canutas en el encuentro de vuelta en el Carlos Belmonte. Las bajas de Coco y Oliete, nil as molestias de Manolo y Andonov no desanimaban al equipo que se mostraba confiado en la concentración que llevaban a cabo desde 72 horas antes del día de partido.
La gran duda de BEnito Floro estaba en si un jovencísimo Fernando Morientes, que sonaba para reforzar a Zaragoza, Atlético de Madrid o Espanyol, llegaría en buenas condiciones para el partido.
En el aspecto deportivo Floro perdía por sanción al central Coco pero recuperaba a Tomás, mientras que desde el equipo médico se estaba haciendo un gran esfuerzo por recuperar a Fernando Morientes para que estuviese disponible para el partido. Sobre el delantero se especulaba con la posibilidad de que saliera del equipo rumbo al Real Zaragoza o Espanyol, 400 millones valía su libertad, algo que el presidente negaba con rotundidad "quien lo quiera tendrá que pagar su cláusula o pagar mucho dinero y cedernos a un jugador", debido a la necesidad de obtener ingresos del club que arrastraba un déficit de 200 millones de pesetas.
El equipo de Benito Floro, según lo demostrado en la ida, con su saber estar y dominio del partido no tendría que pasar excesivos problemas. El reto para su equipo es hacer que los noventa minutos pasaran muy rápido en un encuentro en el que no tenía que pasar nada. El mayor inconveniente que se esperaba en el Carlos Belmonte era la falta de aficionados locales que decidiesen no acudir al encuentro por el escaso atractivo del un rival menor y un resultado muy favorable. Además el partido coincidía con los minutos finales de la Copa del Rey. Se pretendía, desde el conjunto local, que el inicio del partido variase en función del devenir de este choque, que tuvo que ser suspendido por la lluvia caída en Madrid días antes cuando faltaban diez minutos para el final entre Valencia y Deportivo de la Coruña.
No se esperaban novedades en el once del Albacete más allá de la obligada del reemplazo del central Coco, así como la posibilidad de incluir a un Morientes renqueante en lugar de Andonov. Para Benito Floro la clave del partido iba a estar en que sus pupilos "jueguen con tranquilidad, no buscar complicaciones y dejar los nervios en el vestuario". En cuanto al rival lanzaba un aviso para navegantes "El Salamanca es un equipo con recursos para sacar este partido ya que tiene capacidad para definir en todas las líneas del campo" y tenía claro que el los de Lillo iban a salir a dominar el partido para lograr los goles que necesitaban.
Alineaciones
El único cambio en la Unión Deportiva Salamanca fue el de Josema por Jandri para tratar de anular a un Bjelica que en la ida fue un tormento para la defensa. En el Albacete volvían Tomás y Dertycia al once inicial.
Albacete: Molina, Manolo, Tomás, Sotero, Fradera, Sala, Bjelica (Antonio min.90), Santi, Dertycia (Morientes min.81), Zalazar y Cordero.
UD Salamanca: Olabe, Sito, Josema, Torrecilla, Balta, Díaz, Quiroga (Urzaiz min.68), Medina, Quico (Carlos min.79), Barbará y Vellisca.
Tarjetas Amarillas: Quiroga (min.30), Torrecilla (min.64), Sotero (min.83), Balta (min.85).
Tarjeta Roja: Manolo (min. 94)
Goles: 0-1 Torrecilla (min.40), 0-2 Urzaiz (min.94), 0-3 Urzaiz (min.110), 0-4 Díaz (min.115), 0-5 Vellisca (min.120)
Árbitro: Brito Arceo.
Estadio Carlos Belmonte. 15.000 espectadores.
El partido: Albacete 0-5 Unión Deportiva Salamanca
En un partido en que las ocasiones no fueron muchas la Unión Deportiva Salamanca aprovechó las suyas y pudo brindar a la ciudad un ascenso a Primera División que nadie esperaba.
En el Carlos Belmonte todo parecía indicar, de inicio, una noche plácida para el Albacete. Las gradas tenían color y buen ambiente. Se empezaba el encuentro celebrando la victoria del equipo juvenil de Albacete en la Copa del Rey frente al Sevilla con la participación de jugadores que, llegarían al primer equipo, como Josico, Jesús o Brau. Sin olvidar a Morientes que ya figuraba en el primer equipo y que, tras haberse recuperado, no salía en el once inicial.
Una de las grandes curiosidades que deparó el partido, como ya sucedió en la ida, es que la afición de ambos equipos, al no existir por entonces un canal autónomico en ninguna de las dos comunidades, tuvieron que ingeniárselas para poder verlo. Bien fuese escuchándolo a través de la radio o, en el caso de los afortunados, verlo por la señal del canal Nou en Albacete o por la de TeleMadrid en el caso de Salamanca.
El partido, según el gusto del entrenador local Benito Floro, debía surcar en que no ocurriese nada. Los jugadores locales siguieron a rajatabla el mandamiento de su técnico y pusieron en práctica un juego paupérrimo. Desplegando un fútbol nervioso y primitivo que no era merecedor de verse sobre un campo de juego de Primera División. Aun así, la afición del Albacete no dejó de animar a su equipo durante los 90 minutos a los gritos de "Alba, Alba" que, de ahí, en adelante se convirtieron en gritos de "fuera, fuera".
En todo le partido apenas el uruguayo Zalazar fue capaz de inquietar la portería de Olabe que, con su actuación, logró resarcirse de los errores del partido disputado en el Helmántico. Clave fue la intervención del guardameta vasco en una vaselina de Dertycia con la que demostró el por qué la Real Sociedad se había hecho con sus servicios. No hubo mucho más en ataque de un Albacete que no demostró mucha intención de buscar un gol que dejase todo visto para sentencia.
Por su parte, la Unión Deportiva Salamanca se presentó en el Carlos Belmonte con las ideas claras: dominar el partido a través de la pelota y, cuando surgiese, aprovechar su oportunidad. El milagro se obró, simplemente, estando ahí y a través del buen juego que desplegó Díaz durante todo el partido. Primero a los cuarenta minutos cuando, bajo la lluvia, Torrecilla remató de cabeza un centro de Vellisca superando a Molina que, hasta ese momento, se había mostrado muy seguro. El segundo y el tercer gol, obra de Urzaiz, fueron un calco de este primero.
El gol de Urzaiz que supuso el 0-2 en el minuto 95 lo cambió todo. En la falta que dio origen a la jugada que igualaba la eliminatoria el Albacete se quedaba con diez jugadores por la expulsión del lateral Manolo. Unos minutos antes Floro había sacado del campo a Dertycia, que fue el único que presentó batalla durante todo el encuentro, para dar entrada a Morientes y, con el tiempo ya cumplido, Antonio había reemplazado a Bjelica. El delantero, de repente, a consecuencia de esta jugada se vio haciendo tareas de defensor para las que, sinceramente, no se le vio muy capacitado.
Ismael Urzaiz voló y Molina cantó en el Carlos Belmonte para igualar la eliminatoria, en la prórroga, a la salida de un córner poner a la Unión Deportiva Salamanca en ventaja. Haber igualada la eliminatoria en el último instante disparó los ánimos del equipo de Lillo que, durante todo el tiempo extra, fue amo y señor de la situación que se vio refrendado por los goles finales de Díaz y Vellisca. El equipo redondeaba una goleada histórica 0-5, un resultado que venía a certificar los peores quince días de la historia reciente del Albacete: eliminación en semifinales de la Copa en tu estadio, derrota por 2-8 como local en el último partido de liga y, finalmente, nueva derrota por goleada y descenso.
Finalizado el partido el presidente del Albacete puso su cargo a disposición del Consejo de accionistas del club y todo hacía presagiar que Floro no continuaría en el equipo. Además, con el descenso se esperaba una éxodo masivo de futbolistas entre los que acababan contrato: Fradera, Andonov, Cordero y Fonseca, los que regresarían a sus clubes de origen como Óscar y Tomás. Además de aquellos que se utilizarían para sanear la caja del club como Morientes o Santi, y luego estaba Bjelica que no quería jugar, de ninguna manera, en Segunda División.
La alegría se desbordaba en Salamanca donde muy pocos, ni siquiera su alcalde Julián Lanzarote, apostaban por la remontada del equipo. "No me perdí ni un segundo de la prórroga" decía el entonces alcalde. La ciudad se lanzó a la celebrar al igual que los jugadores que vieron que su proeza traía consigo un premio añadido: millón y medio de pesetas para cada uno y, además, unas vacaciones en el Caribe a cuenta de su presidente Juan José Hidalgo. El mandatorio de la Unión Deportiva Salamanca no se perdió la celebración del equipo y quiso estar junto a su cuerpo técnico, plantilla y afición pese a tener programada para ese día la presentación del último disco de Julio Iglesias "La carretera" que contenía el hit del verano Agua dulce, agua salá.
Las declaraciones postpartido
Ismael Urzaiz, jugador de la Unión Deportiva Salamanca
"Juego poco pero cuando lo hago trato de dar lo mejor de mí. Esta vez hice dos goles, pero siempre por la ayuda de mis compañeros".
"Esta temporada he tenido que asumir lo que me ha tocado y no perder nunca la confianza en mí. Sé que estaba preparado para grandes cosas. Quiero que eto no se quede aquí y sea el inicio de una neuva etapa".
Juan Manuel Lillo, entrenador de la Unión Deportiva Salamanca
"Esto es un sueño y un triunfo de la fe"
"No sé si mis jugadores matarían por defender la idea futbolística que hemos compartida, pero sí puedo decir que morirían por defenderla".
Benito Floro, entrenador del Albacete Balompié
"No supimos mantener la categoría"
Juan José Hidalgo, presidente de la Unión Deportiva Salamanca
"La fe mueve montañas. Dios es justo, teniendo tanta fe tenía que ocurrir. Cuando se entrega uno consigue lo que quiere".
"La afición nos ha apoyado todo el año y se merecían esto tanto como los jugadores y el cuerpo técnico, son unos auténticos jabatos".
Colabora con Las Ganas de Ganar ayudando a mantener este espacio
De cara a sostener este espacio y los demás donde puedes encontrarnos. colabora con la aportación que desees: un cigarrillo suelto, un café, una jarra de cerveza o una entrada de fútbol a través de nuestra cuenta de Bizum +3464653559, indica en el motivo Las Ganas de Ganar y el nombre de tu jugador favorito y un correo electrónico para que podamos hacerte llegar contenido exclusivo.