Unionistas de Salamanca ha arrancado su proyecto 2023-2024 con la llegada de Rubén Andrés como director deportivo.
El error más habitual a la hora de iniciar cualquier proyecto es no planificar de forma adecuada. Unionistas de Salamanca presentó a su nuevo director deportivo esta semana, Rubén Andrés, y ya había quien le demandaba que tuviese media plantilla contratada. A día de hoy, apenas han llegado dos nuevas incorporaciones como Eneko Ruiz y Manu Ramírez, y solo se cuenta con Ramiro y Nespral que ya tenían contrato. Hay quien no se cansa de lanzar la voz de alarma, mientras que desde el club se aboga por la tranquilidad.
Me dejó tranquilo escuchar en la presentación de Rubén Andrés que había mantenido una larga conversación con Dani Ponz para definir, con claridad, lo que buscaba y el perfil de jugadores que necesitaba para la idea de juego que pretende plasmar sobre el campo. Este es el punto de partida. El tiempo que necesitará para reclutar a los jugadores se lo da la experiencia de los años pasados donde, en ningún caso, las bases de la plantilla no estaban conformadas has la primera semana de agosto para, en las semanas finales de mercado, aprovechar las oportunidades disponibles. Mirar el tiempo que le llevó a sus predecesores, es un buen indicador para que el nuevo director deportivo pueda trabajar con calma.
A la hora de iniciar un nuevo proyecto, como es una nueva temporada, se pueden optar por dos corrientes. Una la de empezar haciendo, arrancar ya y, por el camino, ir encontrando soluciones a los errores que se vayan cometiendo y, de paso, desarrollar la creatividad así como descubrir efectos no previstos. Tener construida la plantilla a estas alturas, puede provocar que, a mitad de camino, se descubra haber incurrido en un grave error que haga que el ideario del proyecto, normalmente el entrenador, caiga antes de que este haya acabado. Ningún club ni entrenador escapa a este hecho.
La otra alternativa es aplicar el pensamiento de Daniel Kahneman que sostiene que lo mejor para u proyecto es hacer una planificación lenta para, posteriormente, llevar a cabo un ejecución rápida del plan. Así se evitarán errores como el que se cometió en la construcción de la Ópera de Sydney, un edificio espectacular pero que, curiosamente, no alberga ningún espectáculo de ópera debido a su mala sonoridad al haberse comenzado a construir sin una rigurosa planificación y que, además, supuso un dispendio económico y en tiempo que se estudio en todas las facultades de ingeniería.
Unionistas de Salamanca, Rubén Andrés y Dani Ponz han comenzado ha construir el proyecto 2023-2024. Demos tiempo, dejémosles trabajar con calma porque, por mucho que se empeñen los medios locales, ningún equipo ascendió ni descendió en el mes de julio. Empecemos por deja que las cosas empiecen.
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