Unionistas de Salamanca sigue sin gol, sin ganar, pero sigue llamando a las puertas del cielo.
Unionistas de Salamanca, tras empatar en Fuenlabrada, acumula una semana más sin ganar y sin hacer gol. Dani Ponz, al terminar el partido, acierta a la hora de expresar el trabajo realizado por el equipo y exponer las dificultades que se encuentran a la hora de marcar para conseguir la victoria. Sin embargo, cuando repaso las noticias, lo titulares de la presa y las tertulias de opinión parece que, el empate cosechado ayer fuera de casa ante uno de lo equipos más en forma de la categoría, es equiparable a una derrota.
A Unionistas de Salamanca, si atendemos con objetividad de su situación económica, recursos y plantilla, no se le puede exigir la victoria en cada encuentro. Unionistas no tiene la obligación de ganar "sí o sí". La única obligación del equipo es hacer todo lo posible por sumar de tres en tres, y la victoria debe ser el estímulo, no la carga ni el lastre, con el que afrontar un partido. Lanzar el mensaje de que Unionistas está obligado a ganar, a día de hoy en que no está en juego de modo irreversible mantener la categoría, nos hace más vulnerables y débiles ante nuestros rivales. En Fuenlabrada el equipo dominó, tuvo el control del partido y generó peligro. No hubo gol, pero sí se vio que el equipo es capaz de encontrar los caminos para conseguirlos.
El fútbol es un deporte en el que el azar juega un papel importante y, sobre todo, el factor humano. Nos olvidamos que el entrenador Dani Ponz a sus 50 años, que ha puesto en pausa su estabilidad laboral como docente. se ha ido a vivir a 600 kilómetros de su familia, que vive entregado 24 horas a su trabajo y que, continuamente busca nuevas soluciones, se le cuestiona. Hay quien incluso opina que actúa con el propósito de ser despedido. Me pregunto, cuantos de los presentes estaríamos dispuestos a hacer lo mismo que el míster de Unionistas. levanten la mano.
Unionistas no gana, no marca y llega la frustración pero es desde ella desde donde se puede crecer aprendiendo a afrontarla. En eso están los chicos de Dani Ponz y él mismo. Porque no olvidemos muchos jugadores y el propio técnico se estrenan en la categoría. Porque como decía el Subcomandante Marcos en su cuento El sapito inconforme, la cuestión no es ser lo que se quiere llegar a ser sino en ser bien lo que uno es.
El domingo de nuevo volveremos a la grada a volver a llamar a las puertas del gol, de la victoria y del cielo.
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