Ricardo Rezza asumió el reto de entrenar a la Unión Deportiva Salamanca y para enderezar el rumbo del equipo instauró un reglamento que desató la polémica.
Eduardo Caturla comenzó como entrenador la campaña 1989-1990. Una temporada en la que la confección de la plantilla buscaba combinar la juventud de jugadores procedentes de la cantera como Torrecilla, Luismi o Andrés, junto a jugadores ya consolidados en el club como Balta y Sito. Se incorporan al equipo jugadores como Rodolfo, Roberto Martínez y Jorge Alonso, así como los sudamericanos Rodríguez y Raúl Fernández que apenas aportaron en su paso por la UDS.
Las sensaciones del equipo al comienzo de la campaña eran buenos. Todo apuntaba a que podía ser un buen año por lo visto durante la pretemporada y la valiosa victoria frente al Español, recién descendido y candidato al ascenso, en Sarriá en el estreno de la temporada. Un espejismo. El equipo no acaba de encajar y, sobre todo, demuestra que le cuesta un mundo hacer gol. Cae a las primeras de cambio en la Copa del Rey, gana a Las Palmas y Levante pero las derrotas en Riazor y, sobre todo, en casa contra el Xerez escuecen a la directiva que, tras un empate a nada en Palamós, equipo que se quedó a un paso de jugar la promoción esa temporada, opta por despedir a Caturla, al que consideran algo blando con los jugadores, como entrenador aunque se le ofrece continuar en labores de secretaría técnica.
El elegido para reemplazar a Caturla es un mito para los aficionados de la Unión Deportiva Salamanca: Ricardo Rezza. El argentino, jefe de la zaga en los mejores años de la UDS en Primera, acepta el reto de dirigir al equipo albinegro. Rezza, estaba ligado al club, ya que desde Argentina remitía informes técnicos de jugadores que podían resultar interesantes incorporar. Su recorrido como entrenador no es muy extenso, pero no es necesario, se busca un líder de mano firme e Hidalgo cree encontrarlo en el argentino.
Ricardo Rezza ante el reto de entrenar a la Unión Deportiva Salamanca.
Rezza regresaba al Helmántico, ahora como entrenador, quince años después de recalar en la UDS como jugador.
Ricardo Rezza, de 41 años, acepta el reto con ilusión. Su experiencia como técnico en España se reduce a la temporada que pasó a los mandos del filial del Sporting de Gijón en la temporada 1983-1984 cuando este militaba en Segunda B en el que tuvo a sus órdenes a los hermanos Ablanedo, Marcelino (actual técnico del Villarreal), Mino o Eraña. En su país se ha sentado a dirigir a Gimnasia y Esgrima.
Rezza, con apenas dos sesiones de entrenamiento a sus espaldas, debe hacer frente a su primer encuentro como técnico. Regresa al Helmántico como técnico quince años después de su llegada al mismo estadio como futbolista para defender, durante cuatro temporadas, la camiseta de la UDS. El encuentro es en casa frente al Sestao que, contra pronóstico, se lleva la victoria del Helmántico. El equipo evidencia lo que ya se veía, las bajas de Balta, Cervantes y Miranda merman el nivel de la plantilla que se ve coja en cada línea. Rezza, después del partido marca la línea a seguir "el esquema ha implantar en las próximas semanas estará basado en la disciplina y el trabajo entregado que le voy a pedir al equipo".
Las siguientes semanas la cosa no mejora. Otras tres derrotas. La primera en el Villamarín, volvían Balta y Cervantes y, en el primer minuto, el central se hacía un gol propia puerta que tiraba por tierra el plan preparado durante toda la semana. Siguiente derrota, en casa frente al Bilbao Athletic en un partido en el que el equipo no muestra nada y otra más en la visita a Eibar. Urge tomar medidas y Rezza se saca un as de la manga.
El Reglamento Interno que impuso Ricardo Rezza en la Unión Deportiva Salamanca.
Entre las normas que más llaman la atención estaban el control de las relaciones sexuales y tener que estar a las 10 en casa.
Cansado de lo que entiende son muestras de poco profesionalismo por parte de sus jugadores. Ricardo Rezza pone en liza algo muy común en el fútbol sudamericano y de lo que, con los años, oiremos hablar con frecuencia: Reglamento Interno del Equipo, En este, el técnico argentino establece una serie de directrices y normas a cumplir por los jugadores. Un total de 49 artículos que abarcan aspectos de la vida personal y profesional de los futbolistas de la Unión Deportiva Salamanca.
Las normas más destacadas del Reglamento impuesto por Rezza en la Unión Deportiva Salamanca
Esto son algunos de los artículos que el Reglamento, de obligado cumplimiento, recogía:
- Todo futbolista debe llevar una vida ordenada, entendiéndose por esta una alimentación adecuada, descanso superior a las 10 horas diarias, uso moderado del acto sexual y evitar ingerir todo tipo de drogas, alcohol y tabaco.
- Presentar siempre buen aspecto y vestir de forma adecuada y correcta para cada ocasión.
- Evitar decir malas palabras en los lugares de trabajo y jamás dirigirse a compañeros ofendiéndolos con ellas en broma. Del mismo modo que no e deben proferir exclamaciones para llamar a alguien.
- Tener el control en sus relaciones sexuales, siguiendo para ello las indicaciones del médico.
- Ser y presentarse aseado.
- Evitar acudir a centros nocturnos. No basta con ser, también hay que parecer. Los jugadores de la UD Salamanca son hombres públicos y, por lo tanto, deberán saber a lo que eso les compromete.
- En el club salude a las personas con las que se encuentre a su paso.
- El futbolista debe estar en su domicilio a las 22:00 horas a partir del miércoles, salvo que tenga que asistir a alguna clase.
- Debe procurar evitar desencuentros, problemas o tensiones en su vida privada ya que estos atentan contra su preparación y entrega que se exige en el fútbol profesional.
- El futbolista nunca ocupará ninguno de los cuatro asientos delanteros del autobús en los desplazamientos del equipo.
- Durante los desplazamientos del equipo el futbolista nunca abandonará el grupo y, en las paradas, deberá pedir autorización al médico del equipo para ingerir alguna bebida.
- En los desayunos, comidas o cenas del equipo ningún futbolista podrá levantarse de la mesa sin permiso. En el transcurso de las mismas los jugadores no podrán atender llamadas salvo aquellas que sean autorizadas.
- Las habitaciones de los hoteles en los que el equipo se aloje siempre deberán estar abiertas.
- Los futbolistas no podrán recibir visitas en los lugares de concentración, especialmente del sexo opuesto, salvo que sean aprobadas por el director técnico.
- El descanso no solo es físico, mental, es total.
- Los jugos de azar y las apuestas quedan prohibidas.
- Se recomienda que, en el tiempo de ocio, el futbolista aproveche para leer libros, revistas o periódicos.
- El futbolista debe bañarse y darse masajes con el jabón, secarse dentro de las duchas y caminar siempre en chanclas. Séquese bien el cabello (especialmente en tiempo frío), evitando los cambios bruscos de temperatura.
- El futbolista de la UDS debe ser muy prudente en sus declaraciones, respetará siempre a sus compañeros de trabajo sean o no de su equipo. Debe demostrar educación en todo momento.
- Los permisos para ausentarse de un entrenamiento los otorga únicamente el director técnico. La no asistencia a cualquiera de los entrenamientos o reuniones programadas
- Un futbolista que desea triunfar debe pensar siempre que el éxito solo se alcanza cuando una trabaja y salta al césped con la idea de rendir siempre al máximo.
Estas son las medidas más destacadas que recogía el Reglamento Interno de la Unión Deportiva Salamanca que Rezza impone a sus jugadores. Tras cuatro derrotas las aguas bajan revueltas y a las jugadores que este Reglamente les toca el orgullo. Cervantes, guardameta del equipo, se defiende diciendo que "soy un profesional y sé lo que debo hacer en cada momento" o González Etxebarría que dolido, afirma "nadie me tiene que recordar lo que debo hacer para cuidarme y ser un futbolista profesional".
La Unión Deportiva Salamanca de Ricardo Rezza.
El equipo entrenado por Rezza acabó en mitad de la tabla evidenciando la falta de gol y un juego muy al límite del reglamento que le llevó a ser el equipo más amonestado del campeonato.
Tras la publicación del Reglamento Interno propuesto por Ricardo Rezza, junto a los malos resultados en el mes que llevaba al frente del equipo, el descontento era evidente. A fin de no ve cuestionada su autoridad el técnico puso en manos de sus jugadores el que siguiera o no al frente del equipo. Tras la consulta los jugadores, tras ser cuestionados por el técnico y directivos en el vestuario acerca de si querían o no la continuidad del técnico argentino, afirmaron creer en la capacidad de Rezza para encauazar la dinámica del equipo.
Fruto o no las medidas adoptadas por Ricardo Rezza, tras la polémica semana vivida a finales de noviembre de 1989, el equipo enganchó una racha de cuatro victorias consecutivas aprovechando que de ellos, tres encuentros los disputó como local frente a Atlético Madrileño, Elche y Recreativo de Huelva y derrotando, a su vez, al Castilla entrenado por Vicente del Bosque. Parece que el toque de atención dado por Ricardo Rezza funcionó a corto plazo.
El resto de la temporada el equipo se mostró como un conjunto muy sólido, duro y al que era complicado hacerle daño. En los meses de diciembre y enero el equipo fue capaz de encadenar buenos resultados que le pusieron a un paso de los puestos que daban derecho a disputar la promoción. El optimismo duró poco ya que una serie de cinco jornadas sin lograr la victoria, mediada la segunda vuelta, alejó el sueño a un equipo que, ya sin nada en juego, dejó transcurrir las jornadas para terminar en undécima posición en tierra de nadie.
Ricardo Rezza no continuó en el banquillo ni tampoco lo hizo Jorge D'Alessandro que, en aquel momento, era el responsable de las categorías inferiores. El relevo lo tomará Benito Joanet, en un nuevo intento por volver a la máxima categoría, que saldrá peor que nunca ya que el equipo acabará descendiendo a Segunda División B pero, esa, ya es otra historia.
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