Diez partidos tardó el Fútbol Club Barcelona en conseguir su primera victoria frente a la Unión Deportiva Salamanca en el estadio Helmántico.
Cómo llegaban Unión Deportiva Salamanca y Fútbol Club Barcelona al partido.
La Unión Deportiva Salamanca llegaba al encuentro frente al Fútbol Club Barcelona en puestos de descenso y arrastrando impagos a los jugadores.
La Unión Deportiva Salamanca, dirigida por Manolo Villanova, llegaba al partido en una situación complicada. Tercera por la cola y con apenas dos victorias en su casillero, un nueva derrota, podría provocar que el fantasma del descenso, como ya sucedió dos temporadas antes, se hiciese más real que nunca en el Helmántico.
El ambiente no era el propicio ni con el equipo ni con el técnico, más aún, habiendo trascendido una visita del técnico a Zaragoza que generaba especulaciones acerca de si había acudido a la capital maña a ofrecer sus servicios al equipo maño. Nada más lejos de la realidad ya que el técnico era oriundo de la ciudad aragonesa, y antiguo entrenador del equipo, había acudido para tantear la posibilidad de incorporar algún jugador del cuadro zaragozista para subir el nivel de la plantilla.
La baja de Jorge D'Alessandro para el resto de la temporada por una lesión en el Santiago Bernabéu había dejado muy tocado al equipo.
La Unión Deportiva Salamanca, encaraba el partido con la historia de su lado, hasta la fecha el Fútbol Club Barcelona había sido incapaz de salir victorioso del estadio Helmántico en sus nueve visitas anteriores. El saldo de siete victorias como local para la UDS y apenas dos empates concedidos por el equipo charro invocaba al optimismo. Sin embargo, la poca solidez defensiva del equipo charro, al que le costaba dejar la portería a cero, y la baja del guardián anímico del equipo, Jorge D'Alessandro, que era baja debido a una lesión de ligamento producida en la visita del cuadro salmantino al Santiago Bernabéu, sembraban las dudas en los medios locales que ya acumulaba cuatro negativos.
El equipo, pese a su mala dinámica, contaría con un público entregado en el Helmántico, lleno hasta la bandera ya que todo el papel estaba vendido en un día declarado "día de ayuda al club", dispuesto a darle el calor necesario a los suyos para hacer frente al frío mes de diciembre que se estaba pasando aquel 1983. Manolo Villanova contaba, a excepción de la baja del meta argentino, con todos sus jugadores disponibles y, de cara a predecir un once, tres jugadores serían fijos: el meta Lozano, así como Luis García y Choya, únicos jugadores, que habían saltado de inicio en todos los encuentros disputados hasta la fecha.
La plantilla salmantina estaba descontenta. Los resultados no eran buenos y los problemas económicos del club no ayudaban. Los jugadores sufrían retrasos en los pagos y los ingresos previstos por el club por retransmisiones televisivas, se iba a retransmitir el duelo frente al Sevilla pero fue cancelado, no llegaban. Eso sí, la buena taquilla recaudada con motivo del duelo frente al Barcelona, sería de gran ayuda para paliar, en parte, esta situación.
El Barcelona de Menotti recuperaba a Schuster y Quini para enfrentarse a la Unión Deportiva Salamanca en un estadio considerado gafe para los culés.
El Fútbol Club Barcelona, entrenado por César Luis Menotti, visitaba Salamanca con un Bernd Schuster ya recuperado tras haberse perdido siete encuentros por lesión. El alemán era el llamado a ser el líder de un equipo que había visto cómo su estrella, Diego Armando Maradona, había caído lesionado en la cuarta jornada de liga por la entrada del que, acabará siendo entrenador de la UDS años después, Andoni Goikoetxea. La baja de Schuster había venido acompañada de un bajón en el rendimiento del equipo, especialmente en el ámbito realizador, en los que los blaugrana apenas habían conseguido resolver con victoria dos de los encuentros disputados en su ausencia.
Durante la semana, una de las mayores preocupaciones de la plantilla azulgrana fue el desplazamiento hasta la ciudad de Salamanca. El accidente en el que dos aviones se estrellaron en el aeropuerto de Barajas, sucedido el día 7 de diciembre de 1983, en el que murieron 93 personas, había sembrado el pánico a volar y los jugadores blaugraa manifestaron su deseo de hacer el desplazamiento en autobú. Finalmente, se desplazaron en vuelo privado hasta el aeropuerto de Matacán en un trayecto de apenas 70 minutos en el que, según relatan los periodistas presentes en el vuelo, el silencio imperó hasta el aterrizaje.
El equipo azulgrana había pedido a su estrella Diego Armando Maradona por lesión tras la entrada de Andoni Goikoetxea sufrida por el jugador argentino en el duelo frente al Athletic de Bilbao
Menotti, técnico argentino que llegó al club blaugrana a finales de la campaña anterior, tiempo suficiente para hacerle campeón de la Copa de la Liga, visitaba por primera vez el Helmántico poniendo en valor la necesidad de su equipo de hacer un excelente encuentro si quiere salir ganador. " No creo en los gafes ni en los llamados rivales débiles. Esos desaparecieron el mapa en la década de los 40. Ahora la superioridad hay que demostrarla en el campo cada domingo". En cuanto a la falta de gol, la reaparición de Quini en la punta de ataque, los blaugrana apenas habían logrado un gol en los últimos cuatro encuentros, el flaco Menotti trataba de restarle importancia al calificarlo de una anomalía. "ni Schuster ni yo somos los salvadores. El equipo lo somos todos". afirmaba el delantero asturiano.
"A nosotros sólo nos sirve la victoria. Este es un equipo sometido a una gran exigencia y que debe salir campeón. El segundo puesto no sirve", decía categórico el rueda de prensa el entrenador blaugrana. El Fútbol Club Barcelona llega en segunda posición, igualado a puntos con el Real Zaragoza y Athletic de Bilbao, tratando de dar caza a un Real Madrid que era una máquina de hacer goles y que lideraba la tabla con dos puntos de ventaja. El partido era visto como toda una révalida para un equipo que no acababa de convencer en el inicio de liga y que, tras el sorteo de cuartos de final de la Recopa celebrado dos días antes, debía enfrentarse al Manchester United..
Alineaciones
UD Salamanca: Lozano, Luis García. Miguel Ángel, Bezares, Pedraza, Pérez Aguerri, Abajo (Urrecho min.45), Choya, Orejuela, Micanovic y Ángel González.
FC Barcelona: Urruti, Migueli, Alexanco, Julio Alberto, Perico Alonso (Rojo min.65), Schuster, Víctor Muñoz, Tente Sánchez, Marcos Alonso, Carrasco (Moratalla min.81) y Quini.
Goles: 0-1 Quini min.31, 0-2 Tente Sánchez min.50, 0-3 Marcos Alonso min.53, 1-3 Pérez Aguerri (p) min.65.
Árbitro: Martín Navarrete.
Tarjetas Amarillas: Ángel, Pérez Aguerri y Julio Alberto.
Estadio Helmántico. 19.000 espectadores.
El partido: Unión Deportiva Salamanca 1-3 Fútbol Club Barcelona
El Barcelona, liderado por Bernd Schuster, ganó a una muy floja Unión Deportiva Salamanca que puso en evidencia todas sus carencias.
El Fútbol Club Barcelona rompió su gafe en el Helmántico y se llevó su primera victoria en Salamanca en un partido que resultó ser un paseo para el conjunto entrenado por Menotti. La reaparición del alemán Bernd Schuster, auténtico dominador del partido, fue clave para el excelente desempeño de un equipo catalán que no dio ninguna opción a la Unión Deportiva Salamanca.
La Unión Deportiva Salamanca exhibió ante el equipo azulgrana el por qué de su situación en la tabla. Se jugó a lo que quiso, cómo quiso y cuándo quiso el cuadro catalán. Ni el frío ni la nieve, fueron capaces de frenar al Barcelona y, por contra, sí a una UDS que no tuvo ideas claras acerca de cómo hacerle cosquillas a su rival, Alexanco y Migueli tuvieron una tarde plácida, ni cómo defenderse con acierto ya que la defensa zonal propuesta por el técnico Villanova dejó campar a sus anchas a los mediocampistas del Fútbol Club Barcelona.
Desde el pitido inicial ya se pudo ver que el Barcelona había llegado a Salamanca a ganar el partido. Los blaugrana salieron al ataque y ya desde el primer minuto pusieron en aprietos al guardameta Ángel Lozano. Pronto, los allí presente se dieron cuenta de que muy mal se le tenía que dar la tarde a los blaugrana y mucha suerte iba a requerir la UDS si quería sacar algo positivo del encuentro. El dominio fue tan abrumador que en toda la primera parte el equipo local apenas se asomó una vez por la portería de Urruti con un remate de cabeza desviado de Orejuela en una de sus pocas incursiones ofensivas ya que estuvo más pendiente de frenar a Julio Alberto que de ponerle en aprietos.
Media hora tardó en adelantarse el Barcelona merced a un cabezazo de Quini. El gol estuvo envuelto en polémica al considerar los jugadores y aficionados locales que el balón, centrado por Marcos Alonso, había traspasado la línea de fondo en el momento en el que esté impactó para centrarla. Ni el árbitro, Martín Navarrete, ni su auxiliar situado a escasos metros de la jugada percibieron que la pelota hubiese salida por lo que el gol fue concedido y el jugador local Ángel amonestado por sus reiteradas protestas.
La clave del partido estuvo en la figura del alemán Bernd Schuster que se movió como quiso por el césped. Teófilo Abajo encargado de su marcaje, se esperaba un juego más duro por parte de los defensores salmantinos provechando las dudas propias ante su reaparición tras la lesión, dejó mucho que desear en esta tarea ya que nunca logró poner en aprietos al rubio alemán que repartía juego a su antojo hacia las bandas en las que Carrasco y Marcos Alonso percutían sin descanso.
El partido quedó resuelto a la vuelta de vestuarios con dos goles prácticamente seguidos. Primero Tente Sánchez, tras una pared con Schuster y una posible falta previa de Víctor Muñoz en la recuperación de la pelota, batía a Lozano con un disparo cruzado desde la frontal del área y, apenas tres minutos después, Marcos Alonso, también de disparo cruzado y raso, batía a Lozano que algo más pudo hacer en ambos tantos. Con más de media hora por jugarse el Barcelona ya dominaba por tres goles de diferencia y, a partir de entonces se dedicó, a que corriese el reloj.
El partido tenía pinta de acabar con victoria sin despeinarse de Fútbol Club Barcelona pero, merced a un penalti innecesario de Urruti sobre el yugoslavo Micanovic, el gol de Pérez Arregui puso algo de emoción y volvió a calentar a una grada que se había quedado congelada por el resultado y la fría tarde. Pudo complicarse la tarde para los de Menotti si Micanovic no hubiese mandado al limbo una ocasión en la que, con todo a favor, mandó la pelota a la grada.
Con todo, acabados los noventa minutos, con la grada pitando al equipo y al técnico Manuel Villanova, la sensación de los que acudieron esa tarde al Helmántico es que muy difícil lo iba a tener la Unión Deportiva Salamanca para mantener la categoría, terminaría descendiendo al acabar como colista, ya que con un equipo sin ideas, sin ambición y sin brega para pelear con la motivación de enfrentarse a un grande, cómo iba a ser el rendimiento esperado cuando hubiese de hacer frente a rivales menos atractivos.
Declaraciones post partido
Manuel Villanova, entrenador de la Unión Deportiva Salamanca.
"El Barcelona nos ha ganado en saber estar sobre el campo y en tranquilidad. Nosotros sólo hemos puesto ilusión"
"Los jugadores han estado nerviosos todo el partido y todos los pases se los dábamos al contrario".
"El árbitro ha decantado el partido. Con 0-3 en el marcador cambió radicalmente su forma de arbitrar".
César Luis Menotti, entrenador del Fútbol Club Barcelona
"Cuando termina el partido todo parece fácil".
"Con la vuelta de Schuster recuperamos el pase en largo y en profundidad que es con lo hemos desmontado la defensa del Salamanca".
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