"Todo lo que sé acerca de la moral y de las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol" Albert Camus
Unionistas una iniciativa que da el protagonismo a sus aficionados como hemos visto en la asamblea celebrada esta mañana de sábado.
El fútbol es un lugar de aprendizaje y un transmisor de cultura que, a mí modo de ver, es algo que deben aprender los socios que hoy han visto ratificada su sanción. Por ello, atendiendo a la defensa, muy mejorable que han realizado de su comportamiento y los símbolos utilizados que han provocado su expulsión, me avengo a recordarnos a todos varias cuestiones.
El fútbol es el espejo de la sociedad que lo practica, lo sigue, lo juzga y lo contempla. El fútbol, como sostenía el escritor francés Albert Camus, te hace consciente de tus habilidades y de tus limitaciones. Es un azote de realidad, un lugar donde el talento puede ser vencido por el esfuerzo y, donde campan a sus anchas muchos de los vicios y las virtudes de la sociedad: el rechazo al otro, la corrupción, el culto al ego, las tremendas brechas entre ricos y pobres, el racismo y la homofobia, el machismo...
Pese a todos estos reflejos también el fútbol nos ofrece un ejemplo del poder de lo colectivo. De la necesidad que tenemos de los demás para alcanzar nuestros logros o, simplemente, para desarrollarnos o poder crecer y evolucionar. Los esfuerzos individuales resultan improductivos si no van acompañados de las aportaciones de los demás. Llámese el propósito marcar un gol o no encajarlo. El fútbol es un proyecto colectivo que implica coordinación, orden, voluntad y deseo de unos cuantos en pos de un objetivo o desafío compartido.
En la consecución de este proyecto, continuamente revisado y renovado, participan no solo los jugadores que saltan al campo, lo hacen también quienes se quedan en el banquillo, el cuerpo técnico, los aficionados, el grupo directivo que busca recursos para facilitar la consecución del logro, los aficionados, quienes hablan de la existencia de ese proyecto...
Un equipo de fútbol es un ser social que busca encontrar su sitio dentro de un medio ambiente.
El primer encuentro oficial de Unionistas de Salamanca se disputó en Carbajosa hace una década y, desde entonces, ya ha pasado en más ocasiones tener que atender al mal comportamiento de algunos sus seguidores que, con su conducta y, en ocasiones, con voluntades desacertadas, pervertian lo que Unionistas es y pretende ser.
Unionistas busca encontrar un espacio y una voz propia en una ciudad tan asentada en la conformidad y el inmovilismo como es Salamanca. Para encontrar ese lugar necesita de una identidad que ha de construirse entre todos, con todos, incluidas las instituciones que en estos años no han sido las más proactivas, y para todos. El proyecto de Unionistas, el equipo salmantino surgido a raíz de la iniciativa de los aficionados de la extinta UDS, es un cuerpo social surgido en Salamanca del que sus ciudadanos deberían estar orgullosos y, para lograrlo, todos debemos ser conscientes de nuestra cuota de participación en dar a conocerlo de la forma adecuada.
Unionistas es el reflejo de un sentimiento de insatisfacción que vivimos muchos en Salamanca.
Del hartazgo de la corrupción, de la ausencia de asunción de responsabilidades ante las malas prácticas, del proteccionismo de las grandes fortunas, del acallamiento de los inconformes... El proyecto Unionistas representa al mundo del fútbol y a la sociedad salmantina: deseo de empoderamiento.
El equipo Unionistas es la prueba fehaciente, un modelo a seguir, de que la implicación en un proyecto común puede remover y despertar conciencias, deseos y conductas que permanecían aletargadas. Es el deseo de una generación que clama por tener voz, por poder participar, de sentir en sus manos la satisfacción de construir un armazón colectivo.
Tenemos en Salamanca, gracias a Unionistas, un proyecto que se rebela contra el establishment. Su modelo asambleario como respuesta al autoritarismo de las grandes fortunas. Su modelo de transparencia comunicativa contra la opacidad y juegos del lenguaje de los portavoces. Una respuesta de responsabilidad compartida en continuar adelante con el proyecto y con un camino marcado, con unas líneas rojas bien definidas tal y como se ha visto hoy, frente a la disolución de responsabilidades.
Unionistas es el vivo ejemplo de lo que podemos construir entre todos. Las emociones y sentimientos que nos igualan y nos dice que no existen diferencias sociales entre unos y otros cuando un balón echa a rodar. Un ejemplo de democracia ejercida y sentida. La imagen de la solidaridad comunitaria. Como dice Víctor del Árbol en su libro Un millón de gotas "La primera gota es la que comienza a romper la piedra".