La victoria de Unionistas de Salamanca en Tarragona fue posible gracias, en gran medida, en la vuelta la sensatez de Dani Ponz al alinear la defensa de acero
Nástic de Tarragona 0-1 Unionistas de Salamanca
Llegué a casa recién iniciada la segunda parte con la necesidad de conectar el partido de Unionistas en Tarragona. Ver con mis propios ojos cuál iba a ser la realidad de los últimos dos meses de competición: salvarse de la quema del descenso o soñar con volver a estar en la Copa el próximo año.
Tenía la impresión de que podía ser un buen partido. No por ningún alineamiento de astros ni por cuestiones de ascendencia zodiacal. No. La razón, sencilla, Dani Ponz volvía a la sensatez de alinear la defensa de acero, sí, sí, de a cero: Ramiro. Erik, Giménez y Jon Rojo. Con le premisa de no encajar y tratar de aprovechar lo que venga. Y vino, vino. En una jugada en la que Adri Gómez conducía el balón como Valerón en el balcón del área y que, gracias a un rechace, le acaba dejando el balón franco a Jon Rojo que la pone al área, el balón toca en un defensa y llega Álvaro Gómez, pasado de frenada, consigue darle con el pecho en el segundo palo y dejarle el balón en boca de gol a Mario Losada que pasaba por allí.
El gol de Unionistas no fue un dechado de virtudes en lo técnico pero sí en lo grupal. En la coreografía de movimientos desde el inicio de la jugada que, por fortuna, acabaron poniendo al equipo por delante con aún media hora por disputarse. El equipo se estaba mostrando sólido, la defensa comandada por Ramiro que volvía al once y un Erik Ruiz que está de sobresaliente no parecía tener fisuras. El mayor miedo delo que podía pasar venía del banquillo. El temor de que a Dani Ponz le diese por el arte de birlibirloque y el equipo se cayese. No sucedió aunque estuve al borde del soponcio cuando vi a Camus listo para saltar al campo.
Según se acercaba el final del partido vivimos lo previsible. Entrada al campo de Jordi Tur para ganar piernas en el centro del campo y Serrano para tratar de guardar el balón si es que llegaba a cogerlo. Minuto después oportunidad para Slavy, que saltaba al campo con las revoluciones a mil, para, de nuevo, no aportar más que el enredo de sí mismo. Hay que decir que el delantero cumplió en los minutos que estuvo en el césped. Consiguió lo que se esperaba de él, ver una tarjeta amarilla en los tres primeros minutos que llevase en el campo, no ganar un duelo y, si es posible, forzar un saque de banda. Hizo las tres cosas. Partido perfecto para él y para Unionistas que, con los tres puntos, ve que el objetivo de los 46 puntos está más cerca, en una jornada en la que los resultados, de haber perdido, habrían metido el miedo en el cuerpo.
Unionistas de Salamanca: Iván Martínez, Carlos Giménez, Jon Rojo, Ramiro Mayor, Erik Ruiz, Javi Villar (Jordi Tur min.65), Adri Gómez (Nespral min.84), Rastrojo (Camus min.84), Álvaro Gómez, Mario Losada (Serrano min.65) y Etxaniz (Slavy min.74).
Gol: 0-1 Mario Losada (min.56)