Las especulaciones y valoraciones alrededor del comportamiento del técnico llenando las redes. Muchas gracias por todo y que deje propina al salir era el mensaje predominante. Que se de por besado afirmaban los más heridos. Por mi parte, incredulidad. Yo que soy mucho de Dani Ponz, que he defendido más su trabajo que el mío, sintiéndome abandonado y, a la vez, justificando su decisión.
Esperaba la rueda de prensa de este mediodía como quien espera el discurso del rey en nochebuena. No he resuelto mis dudas y sí afianzado mis certezas. Dani Ponz no seguirá el año que viene en Unionistas, de la misma manera que las novias de verano o del instituto tenían fecha de caducidad. Emprenderían una nueva etapa, volarían a otros lugares y yo, como ahora, me quedaría en el mismo sitio, en Garrido de la misma forma que ahora me quedo en la mismo asiento del Reina Sofía viendo cómo Dani Ponz se aleja. Disfrutemos del mes que nos queda juntos, vivamos cuatro semanas de alta intensidad y que, el último partido contra el Arenteiro, sea el mejor orgasmo de despedida.
Cuando Dani Ponz se marche, cruzo los dedos para que no sea esta semana y ocurra dentro de un mes, míster y club deberán seguir sus caminos, con una única condición. Seguir adelante, como debemos continuar ahora, sin mirar atrás.