Hay expresiones que se pegan a uno sin saber de dónde y que las utiliza en todo momento para justificar cualquier cosa.
Hay una máxima a la hora de escribir que te dicen que estás ante un buen texto: tomar una figura que se repite y aparece a lo largo de la historia que sirve para reubicar al lector. De la misma manera que un escritor, cada uno de nosotros somos una repetición de expresiones. Son frases que utilizamos de forma repetida y que van mutando con el tiempo, en función de las modas, hechos vitales o, simplemente, una mera reproducción de lo que dicen los que están a nuestro lado.
He pasado por expresiones de este tipo a lo largo de mi vida. Digamelon, fistro, por la gloria de mi madre, estoy fatal de lo mío, un poquito de por favor, Andreíta cómete el pollo, trata de arrancarlo... Un sinfín de ellas. Ahora emulo a Daniel Llacer, entrenador de Unionistas, utilizando la frase es un factor diferencial. Me sirve para todo. Cuando Marta me regaña por no haber recogido la ropa tendida sabiendo que va a llover le digo que tener una aplicación del tiempo fiable es un factor diferencial, cuando Jimena tiene ganas de hacer caca en la calle tener la previsión de llevar siempre toallitas, dinero y una bolsa se convierte en un factor diferencial. Saber el día que te ingresan la nómina también es un factor diferencial para no quedar al descubierto.
Está bien esto de saber identificar lo importante y cuidarlo. Por ejemplo, en relación al partido de anoche ante el Ourense en donde en los últimos diez minutos ves cómo te igualan un 0-2, es como saber irte a tiempo a casa en una celebración. Llacer se deja llevar por juventud y la osadía de querer cumplir su palabra. Cuando uno empezaba en lo de las fiestas, discotecas y verbenas media su éxito por la capacidad de aguantar hasta el final, ser el último en irse. Eso le pasó a Llacer ayer, creyó que la fiesta de la segunda parte debía durar hasta el minuto 90 cuando 15 minutos antes ,con el gol de Dani García, era el momento de recogerse, meter a Carlos García y Taveares, y a otro cosa mariposa.
Pero, por inexperiencia y afán de molar, quieres aguantar hasta el final o usar las frases de moda. Luego descubrirás que no te aportan nada. Cuántas veces hemos alargado encuentros con los demás sin necesidad, solo por buenquedismo. En Salamanca somos mucho de eso, de buscar la fórmula para quedar bien ante la mirada del resto. La verdad que, la edad te enseña, que el verdadero factor diferencial está en saber guardar la ropa antes de que se ponga a llover.