Dicen que, en el fútbol, quién perdona acaba pagando. Hoy Unionistas no tuvo que hacer frente a la minuta pero estuvo a punto de caer derrotado en los minutos finales.
Empezó bien en encuentro Unionistas de Salamanca ante la Gimnástica Segoviana, siendo protagonistas y llevando el partido a un ritmo alto. Sin embargo, el desacierto con malas entregas en el momento decisivo, intentos de regata de más, resbalones indeseados y defensas apareciendo para cortar las acciones ofensivas dejaban a la afición viendo cómo, poco a poco, el partido se iba haciendo bola. En la delantera sorprendió que arrancará de inicio Pablo García acompañando a Carlos de la Nava ya que en palabras de Dani Llacer "ambos podían conectar bien y habilitar balones al espacio para Rastrojo". Lo consiguieron en la primera parte de partido aunque con el paso de lo minutos la química se fue perdiendo.
La primera parte no dejó ocasiones claras para Unionistas. Sí la tuvo la Gimnástica con un intento de vaselina al que Iván Martínez respondió con una soberbia intervención. El guardameta, salvó hoy dos puntos con esta intervención pero, sobre todo, en una parada providencial en un mano a mano con el tiempo a punto de cumplirse. Entre ambas acciones cabe destacar que el cancerbero desquició a más de un aficionado por sus decisiones a la hora de jugar con los pies y su falta de determinación para poner el balón en juego. El descanso llegó con la sensación de que Unionistas era superior y que, antes o después, aunque fuese a trompicones el gol terminaría por llegar.
Regresó con brío Unionistas con Jonny Arriba conectado al partido, buscando desequilibrar a su par continuamente para habilitar las llegadas de Vergés. El lateral llegaba colgaba el balón pero no lo cazaba nadie. Viendo el panorama Llacer optó por introducir a Santamaría por Pablo García para valerse de su alma de nueve más puro. Ni las olió el delantero. Viendo que la solución no reportaba ocasiones Llacer optó por un triple cambio metiendo a Rabadán, Pau y Álvaro Gómez (cinco partidos acumulaba sin jugar) para buscar otros protagonistas para transitar los mismos caminos. El equipo empeoró sobremanera a raíz de estos cambios. Los jugadores no fueron capaces de conectar y, en apenas unos.minutos, el equipo colapsó. La Gimnástica creció a partir de ese momento pudiendo haberse llevado los tres puntos si no hubiese sido por la mencionada intervención de Iván junto a la falta de mordiente de su delantera.
Unionistas no venció porque los encuentros no se ganan solo con la energía de la afición. Hay domingos en los que los partidos los deben ganar los jugadores por ellos mismos, sin suplementos. Hoy sin la dosis de energía extra de la afición el equipo no dió para más ya que ninguno de los atacantes estuvo acertado en las zonas decisivas del campo. Un empate que, visto el último cuarto de hora, hasta se agradece ya que fue perdonado por su rival aunque no exculpado por su afición.